Todo lo que como termina en mi escote.
Galletas, queques, sopas, helados, té, pastillas, agua.
Estoy muy joven para comer miradas aún, y como para que mi escote deje de serlo.
Todavía no sé cocinar miradas seductoras, lascivas, ni curiosas, pero de todas formas terminan ahí.
Galletas, queques, sopas, helados, té, pastillas, agua.
Estoy muy joven para comer miradas aún, y como para que mi escote deje de serlo.
Todavía no sé cocinar miradas seductoras, lascivas, ni curiosas, pero de todas formas terminan ahí.
Etiquetas: arranque de moto, calles, gentes
EL arma de seducción por excelencia de una mujer, en especial si es en abundancia, es el escote :)
Quien no aprecia no disfruta, por ende mas sufre...