Mujercita.


Monday

No sé por qué mi jefe llega todos los lunes con una energía inusitada. Una energía anormal de día lunes. Si bien casi nunca, a menos que tenga una reunión, llega a la hora ese día, siempre llega como saltón, hiperventilado, revisando, mirando, pasando por las oficinas, queriendo más café que el de costumbre (o al menos de estos días veraniegos en donde los patos asados han hecho lo propio y han equilibrado ese fuerte olor que expele a causa del brebaje), casi como pidiendo a gritos estar hasta las masas con reuniones, con solicitudes, con requerimientos, con tener todo prolijo y exacto. Puede ser que tenga una suerte de programación y como dice su secretaria, le toque todos los domingos, o quizá los lunes en la mañana, yo no sé. Pero su caso es anormal.

Yo es que llego a rastras. Medio temblando entre que aún quiero seguir durmiendo y con hambre. No llego motivada, abriendo y reenviando o contestando cada correo en mi Outlook, más bien abro el internet para ver qué pasa, casi nunca leo el diario, pero cuando lo leo me da por escribir, porque me voy a leer las revistas de niñas, con moda, con maquillaje, arribistas todas y todas con columnistas. Y entonces me despierta ésta, la ésta disque columnista, que habla de lo que pasa, que en realidad son puras huevadas. Pero ni eso me sale enérgico o hiperventilado. Abrir una página de Word en blanco después de tanto no escribir, es como poner una olla vacía sobre la cocina después de retirarte a las bondades de la mano de la madre por período de post natal. Pero los débiles que se dicen fuertes me devolvieron la musa, y creo que cada historia debería contársela a las muchedumbres que suplican por comprensión. El mundo está patas arriba, pero mi jefe llega los lunes con energía inusitada. A trabajar.

Etiquetas: ,

0 Respuestas to “Monday”

Publicar un comentario

La Feña ♥