(leáse con "under the bridge" de los Red Hot de fondo, gracias)
Así que cuando uno se desaparece es que pasan miles de cosas. La vida se vuelve un torbellino a veces hilarante, a veces úrico. Mi Twister estuvo de locos, pero encantador. Y aprendí cosas, y escuché cosas, y lloré cosas, y tiré cosas, y fumé cosas, y bebí cosas, y besé cosas, y escupí cosas, y compré cosas, y olvidé cosas, y me enamoré de una cosa llamada Ironman, y recogí cosas, y me quité cosas y me puse cosas y cociné también, y observé cada noche, una noche brillante desde mi ventana, junto al sofá. Con un café de compañía, con un té de compañía, con un vino de compañía, con un porro de compañía, las más un cigarro o una mejor compañía. Miles.
De este huracán que me dejó a la deriva en el centro, desprendo que:
1.- Soy hueca. Nunca lo había sido, pero ahora sí, grito mucho, grito cada vez que quiero, grito mucho y grito fuerte.
2.- Me enamoré del vino. Mi mamá me mataría, pero ella no sabe que es delicioso con algunas comidas y que hacer maridaje no me deja ebria (con una caña de la reputa sí, pero no ebria) y que es delicioso, y que es genial compartirlo con amigos, y además tampoco sabe el maravilloso trabajo que hay detrás de las botellas. Ese trabajo del campo, de las plantas, de la tierra, el sol, la lluvia, las podas… y yo tampoco tengo idea, pero lo vi en los ojos de alguien y no se puede no valorar.
3.- Nos re-encantamos con el fútbol. Bueno, no sé si él conmigo, pero yo sí con él. Desde que blogueo soy fanática del Barcelona, pero este Mundial me hizo algo: grité, rabié, sufrí, lloré, gocé, me dio taquicardias y cada vez que veo las imágenes del video del waka-waka de los futbolistas en la cancha, lloro. Sí, lloro. Me conmueve. Me quedó en la retina eso de que son guerreros. Y odié que ganara España. Aunque soy del Barca. Cosas del fútbol.
4.- Estoy en un nivel místico con la música. Está divinizada y es mi religión. Amén.
5.- Las redes sociales sacan lo peor de las personas. Y no necesito profundizar esto.
6.- Soy una gran cocinera de pastas. El tiempo me perfeccionará.
7.- Nada mejor que salir a caminar por el centro con los amigos un finde. Aunque los amigos se hayan ido junto con las hojas en el otoño.
8.- A veces un chocolate no te alivia todo lo que cargas. Ni el caño, ni la serie favorita, a veces la música, si tan sólo se dejaran de hacer daño…
A veces me siento como si no tuviera compañero. A veces me siento como mi único amigo. Es la ciudad en la que vivo, la ciudad de los angeles. Estoy sola, lloramos juntas.
Así que cuando uno se desaparece es que pasan miles de cosas. La vida se vuelve un torbellino a veces hilarante, a veces úrico. Mi Twister estuvo de locos, pero encantador. Y aprendí cosas, y escuché cosas, y lloré cosas, y tiré cosas, y fumé cosas, y bebí cosas, y besé cosas, y escupí cosas, y compré cosas, y olvidé cosas, y me enamoré de una cosa llamada Ironman, y recogí cosas, y me quité cosas y me puse cosas y cociné también, y observé cada noche, una noche brillante desde mi ventana, junto al sofá. Con un café de compañía, con un té de compañía, con un vino de compañía, con un porro de compañía, las más un cigarro o una mejor compañía. Miles.
De este huracán que me dejó a la deriva en el centro, desprendo que:
1.- Soy hueca. Nunca lo había sido, pero ahora sí, grito mucho, grito cada vez que quiero, grito mucho y grito fuerte.
2.- Me enamoré del vino. Mi mamá me mataría, pero ella no sabe que es delicioso con algunas comidas y que hacer maridaje no me deja ebria (con una caña de la reputa sí, pero no ebria) y que es delicioso, y que es genial compartirlo con amigos, y además tampoco sabe el maravilloso trabajo que hay detrás de las botellas. Ese trabajo del campo, de las plantas, de la tierra, el sol, la lluvia, las podas… y yo tampoco tengo idea, pero lo vi en los ojos de alguien y no se puede no valorar.
3.- Nos re-encantamos con el fútbol. Bueno, no sé si él conmigo, pero yo sí con él. Desde que blogueo soy fanática del Barcelona, pero este Mundial me hizo algo: grité, rabié, sufrí, lloré, gocé, me dio taquicardias y cada vez que veo las imágenes del video del waka-waka de los futbolistas en la cancha, lloro. Sí, lloro. Me conmueve. Me quedó en la retina eso de que son guerreros. Y odié que ganara España. Aunque soy del Barca. Cosas del fútbol.
4.- Estoy en un nivel místico con la música. Está divinizada y es mi religión. Amén.
5.- Las redes sociales sacan lo peor de las personas. Y no necesito profundizar esto.
6.- Soy una gran cocinera de pastas. El tiempo me perfeccionará.
7.- Nada mejor que salir a caminar por el centro con los amigos un finde. Aunque los amigos se hayan ido junto con las hojas en el otoño.
8.- A veces un chocolate no te alivia todo lo que cargas. Ni el caño, ni la serie favorita, a veces la música, si tan sólo se dejaran de hacer daño…
A veces me siento como si no tuviera compañero. A veces me siento como mi único amigo. Es la ciudad en la que vivo, la ciudad de los angeles. Estoy sola, lloramos juntas.
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