Tenía una duda existencial atroz, que la tengo más o menos desde hace dos años, desde que vi “El Efecto Mariposa” y la volví a ver así que me volvió otra vez y, como buena periodista que me estoy convirtiendo cada día, resolví solucionarla yo misma.
(El trailer para que lo vean)
Si yo pesco todos mis diarios (que tengo desde que aprendí a escribir) y en alguna parte de mi vida en que ya debido a la retención de tanta información, pierdo otra que es más distante del presente, los leo ¿podría una enfermedad llevarme a esos momentos y permitirme en verdad modificarlos? Como toda causa tiene un efecto, claramente cualquier cambio del pasado alteraría el presente, generando alguna consecuencia, sí, eso no es un descubrimiento. Pero a ver… ¿por qué una cosa que cambié de antes debería cambiar toda mi vida? Debería cambiar sólo ese momento y el resto seguir tal cual.
NO. La respuesta a todo es NO.
No quiero referirme específicamente a la película, pero es mi referente.
El efecto mariposa es un fenómeno que se explica en la teoría del caos, que nada tiene que ver ni con diarios, ni con lagunas mentales, pero si con cambios.
El meteorólogo Edgard Lorenz se dedicó a estudiar el comportamiento de la atmósfera tratando de encontrar un modelo matemático que le permitiera hacer predicciones climatológicas. Lorenz se sorprendió cuando observó que pequeñas diferencias en los datos de partida (algo aparentemente tan simple como usar 3 ó 6 decimales) llevaban a grandes diferencias en el modelo. De tal forma que cualquier pequeña perturbación, o error en las condiciones iniciales del sistema puede tener una gran influencia sobre el resultado final. De tal forma que se hacía muy difícil hacer predicciones climatológicas a largo plazo. Los datos empíricos que proporcionan las estaciones meteorológicas tienen errores inevitables, aunque sólo sea porque hay un número limitado de observatorios incapaces de cubrir todos los puntos de nuestro planeta, esto hace que las predicciones se vayan desviando con respecto al comportamiento real del sistema. Lorenz intentó explicar esta idea mediante un ejemplo hipotético. Sugirió que imagináramos a un meteorólogo que hubiera conseguido hacer una predicción muy exacta del comportamiento de la atmósfera, mediante cálculos muy precisos y a partir de datos muy exactos. Podría encontrarse una predicción totalmente errónea por no haber tenido en cuenta el aleteo de una mariposa en el otro lado del planeta (ese es el proverbio chino). Ese simple aleteo podría introducir perturbaciones en el sistema que llevaran a la predicción de una tormenta. Se denomina, por tanto, efecto mariposa a la amplificación de errores que pueden aparecer en el comportamiento de un sistema complejo.
De aquí surgió el nombre de efecto mariposa que, desde entonces, ha dado lugar a muchas variantes y recreaciones. Entre las cuales la película y esto.
Ahora, claramente, entonces si mi mamá hubiera preferido ponerme Arantxa en lugar de Fernanda, quizá hoy yo estaría hasta viviendo en España, claro, porque ese es un nombre español y se usa frecuentemente (aunque así y todo es poco común) allá, lo que indicaría que posiblemente yo hubiera nacido allá. O si cuando era pequeña y mientras jugaba con mi hermana no le hubiese metido sus pequeños deditos de bebé de dos años en la cadena de la bicicleta de mi papá, probablemente adoraría la mecánica, y tendería estudiar algo relacionado, aunque igual me gusta pero es porque me gustan las motos y los autos pero no porque le metí los deditos a la Widi en la bici de mi viejo.
Sin embargo, mi gran duda era qué cresta tenía Evan, porque aunque lo llevaron al psiquiatra este era como las reverendas y jamás dijo que tenía. Obvio que eso que al recordar le saliera sangre de nariz y toda esa parafernalia, según la película podría haber sido realmente posible porque según un electroencefalograma la sangre que manaba cada vez que hacía el Racconto era sangre que tenía acumulada en la parte superior del cráneo, que es donde se almacena los recuerdos (la memoria pues). Entonces cada vez que recordaba sangraba, en fin, quizá eso sólo sea cosa efecto especial de la película, y yo como tengo una estúpida mente compleja complejizo las cosas simples.
Pero en realidad la enfermedad que aparecía en la película existe y forma parte de los llamados trastornos disociativos. La disociación es un mecanismo psicológico de defensa en el cual la identidad, memoria, ideas, sentimientos o percepciones propias se encuentran separadas del conocimiento consciente y no pueden ser recuperadas o experimentadas voluntariamente.
La amnesia disociativa es una incapacidad para recuperar información personal importante, generalmente de una naturaleza estresante o traumática, la cual es muy generalizada para que pueda justificarse como un olvido normal. Generalmente, la pérdida de memoria incluye información que forma parte del conocimiento consciente habitual o memoria “autobiográfica” (quién es, qué ha hecho, adónde ha ido, con quién ha hablado, qué dijo, pensó y sintió) En ocasiones, la información, aunque olvidada, continúa influyendo en el comportamiento de la persona. La amnesia puede ocurrir después de un acontecimiento traumático y la memoria puede recuperarse con el tratamiento, con acontecimientos posteriores o con la información que recibe la persona.
Yo no sé pero creo que si hubiera ido a la lectura de cuentos del taller, si hubiera odiado a Mauro, si no hubiera hecho todo lo que he hecho quizá no sería quién soy y realmente me gusta quién soy. Aunque esta película me deja marcando ocupado siempre y lloro con el final, porque está realmente bien elegido el nombre y la canción con que termina, porque es verdad, espera, no tengas miedo, nunca podrás cambiar lo que ha pasado y lo que pasará.
Si yo pesco todos mis diarios (que tengo desde que aprendí a escribir) y en alguna parte de mi vida en que ya debido a la retención de tanta información, pierdo otra que es más distante del presente, los leo ¿podría una enfermedad llevarme a esos momentos y permitirme en verdad modificarlos? Como toda causa tiene un efecto, claramente cualquier cambio del pasado alteraría el presente, generando alguna consecuencia, sí, eso no es un descubrimiento. Pero a ver… ¿por qué una cosa que cambié de antes debería cambiar toda mi vida? Debería cambiar sólo ese momento y el resto seguir tal cual.
NO. La respuesta a todo es NO.
No quiero referirme específicamente a la película, pero es mi referente.
El efecto mariposa es un fenómeno que se explica en la teoría del caos, que nada tiene que ver ni con diarios, ni con lagunas mentales, pero si con cambios.
El meteorólogo Edgard Lorenz se dedicó a estudiar el comportamiento de la atmósfera tratando de encontrar un modelo matemático que le permitiera hacer predicciones climatológicas. Lorenz se sorprendió cuando observó que pequeñas diferencias en los datos de partida (algo aparentemente tan simple como usar 3 ó 6 decimales) llevaban a grandes diferencias en el modelo. De tal forma que cualquier pequeña perturbación, o error en las condiciones iniciales del sistema puede tener una gran influencia sobre el resultado final. De tal forma que se hacía muy difícil hacer predicciones climatológicas a largo plazo. Los datos empíricos que proporcionan las estaciones meteorológicas tienen errores inevitables, aunque sólo sea porque hay un número limitado de observatorios incapaces de cubrir todos los puntos de nuestro planeta, esto hace que las predicciones se vayan desviando con respecto al comportamiento real del sistema. Lorenz intentó explicar esta idea mediante un ejemplo hipotético. Sugirió que imagináramos a un meteorólogo que hubiera conseguido hacer una predicción muy exacta del comportamiento de la atmósfera, mediante cálculos muy precisos y a partir de datos muy exactos. Podría encontrarse una predicción totalmente errónea por no haber tenido en cuenta el aleteo de una mariposa en el otro lado del planeta (ese es el proverbio chino). Ese simple aleteo podría introducir perturbaciones en el sistema que llevaran a la predicción de una tormenta. Se denomina, por tanto, efecto mariposa a la amplificación de errores que pueden aparecer en el comportamiento de un sistema complejo.
De aquí surgió el nombre de efecto mariposa que, desde entonces, ha dado lugar a muchas variantes y recreaciones. Entre las cuales la película y esto.
Ahora, claramente, entonces si mi mamá hubiera preferido ponerme Arantxa en lugar de Fernanda, quizá hoy yo estaría hasta viviendo en España, claro, porque ese es un nombre español y se usa frecuentemente (aunque así y todo es poco común) allá, lo que indicaría que posiblemente yo hubiera nacido allá. O si cuando era pequeña y mientras jugaba con mi hermana no le hubiese metido sus pequeños deditos de bebé de dos años en la cadena de la bicicleta de mi papá, probablemente adoraría la mecánica, y tendería estudiar algo relacionado, aunque igual me gusta pero es porque me gustan las motos y los autos pero no porque le metí los deditos a la Widi en la bici de mi viejo.
Sin embargo, mi gran duda era qué cresta tenía Evan, porque aunque lo llevaron al psiquiatra este era como las reverendas y jamás dijo que tenía. Obvio que eso que al recordar le saliera sangre de nariz y toda esa parafernalia, según la película podría haber sido realmente posible porque según un electroencefalograma la sangre que manaba cada vez que hacía el Racconto era sangre que tenía acumulada en la parte superior del cráneo, que es donde se almacena los recuerdos (la memoria pues). Entonces cada vez que recordaba sangraba, en fin, quizá eso sólo sea cosa efecto especial de la película, y yo como tengo una estúpida mente compleja complejizo las cosas simples.
Pero en realidad la enfermedad que aparecía en la película existe y forma parte de los llamados trastornos disociativos. La disociación es un mecanismo psicológico de defensa en el cual la identidad, memoria, ideas, sentimientos o percepciones propias se encuentran separadas del conocimiento consciente y no pueden ser recuperadas o experimentadas voluntariamente.
La amnesia disociativa es una incapacidad para recuperar información personal importante, generalmente de una naturaleza estresante o traumática, la cual es muy generalizada para que pueda justificarse como un olvido normal. Generalmente, la pérdida de memoria incluye información que forma parte del conocimiento consciente habitual o memoria “autobiográfica” (quién es, qué ha hecho, adónde ha ido, con quién ha hablado, qué dijo, pensó y sintió) En ocasiones, la información, aunque olvidada, continúa influyendo en el comportamiento de la persona. La amnesia puede ocurrir después de un acontecimiento traumático y la memoria puede recuperarse con el tratamiento, con acontecimientos posteriores o con la información que recibe la persona.
Yo no sé pero creo que si hubiera ido a la lectura de cuentos del taller, si hubiera odiado a Mauro, si no hubiera hecho todo lo que he hecho quizá no sería quién soy y realmente me gusta quién soy. Aunque esta película me deja marcando ocupado siempre y lloro con el final, porque está realmente bien elegido el nombre y la canción con que termina, porque es verdad, espera, no tengas miedo, nunca podrás cambiar lo que ha pasado y lo que pasará.
Oye desgraciá te respondí al comentario en mi blog porque el tuyo no me funka bien con Firefox y es mucho atado :P
Y esto de acá lo voy a comentar tb, cuando me le ocurra algo interesante que ponerte... sisisí...
Ahora sí te comento esta cuestión.
Primero quiero decir que la veta periodística en lo que tú escribes está ultra presente, es impresionante, lo comparo con como yo escribo y yo me baso solamente en mis impresiones o creencias, mientras que te vengo a leer a ti y seguro que aprendo algo nuevo...
aunque lo del efecto mariposa yo lo había leído antes, pero no me acordaba.
También quiero decir que yo soy una vergüenza de escritora porque nunca tuve diarios... lo intenté muchas veces pero simplemente no me funcionaba la cuestión, me los botaban o los botaba yo misma, aunque ahora tenga blog y todo pero es mucho menos tangible (porque puedo ir y borrar las entradas pero seguro que no me va a doler, porque nunca las escribí con mi propia mano), no sé, me acuerdo una vez en que quemé todas las pocas cartas/notas que me dio el niño que me gustaba en ese tiempo, el Diego, y fue súper raro verme quemando todo y después lanzarlo al viento. Ahora somos re amigos pero en cierto modo me arrepiento de haber quemado todo eso y no poder recuperarlo, aunque otra parte de mi me dice que de algunas cosas es mejor no acordarse, porque entonces dan ganas de cambiarlas.
Pero concuerdo con lo último que dices. A mí me encanta como soy AHORA, y para eso tengo que tener todo lo que tengo en el pasado y si me hubiese comido una sola de esas cosas ahora no sería así... pero sí creo que el destino se lo escribe una misma, y eso sí que se puede cambiar. Pero es una cosa inconsciente yo creo.
Oye poh, la canción empieza altiro cuando abro el blog. Nunca nunca he escuchado a Oasis como corresponde pero cresta que es bonita esa canción.
Ah, y bueno, igual la película es loca, pero rara igual... no sé si es de mis favoritas, es que en algunas partes era demasiado chocante, me daba como escalofríos.
Y de nuevo te respondí en mi blog.
Sí, sí, te quiero...
Piyamá en mi casa cuando vuelva.