Aaay. Estuvo increíble.
Aunque costó pero salió, y con un plus incluido.
A ver, recuerdo que llegamos y nos arrimamos a la sombra con los chiquillos que fueron a dar una vuelta, había poca gente. Me estaba extrañando de no haber encontrado a Mauro, pero curiosa (por no decir extraña y sospechosamente) no apareció.
Había unos viejos (qué novedoso) animando el asunto, y hacían un juego así medio raro y medio fome que decían que se llamaba telellamado y consistía en que enunciaban características de una persona y si la persona se daba por aludida, debía dirigirse al escenario a buscar un premio simplemente por tener la ‘buena onda’ de participar, claro que siempre sin dejar de agarrarte para el fideo. Yo igual lo encontraba entretenido, porque decía hay que tener personalidad para llegar hasta allá, y algo especial para que entre tanta gente te llamen justamente a ti. Y yo estaba leseando con la cámara cuando de repente dicen: está con polera amarilla, (no me sentí aludida) está jugando con algo en la mano, (todavía no) anda con jeans… Y en eso todos me miraron y dijeron- Aaaah, Fernanda!... – Y comencé a caminar así como insegura y me rasqué la nariz y dijo ‘se está tocando la nariz, mide 1,85 (…)’ Y me agarro para el fideo el mimo para finalmente terminar llevándome en brazos al escenario. Je, premiada simplemente por estar ahí.
Luego todo fome, fome. Hasta que decidí ir a cambiarme para meterme a la piscina. Cuando salimos después de una escena de Club de Tobi y un supuesto salvavidas joteando nos llamaron a almorzar y ahí buscando un lugar donde sentirnos grupo.
La verdad es que es en este paseo donde uno conoce un poco a las personas. Yo me dí cuenta de muchas cosas y me da algo de tristeza pensar que estos son mis compañeros y que en verdad hay algunos a quienes he sobrevalorado. Pero bueno, luego del almuerzo estaba esa orquesta y Guillermo quiso bailar cumbias, bueno dije, no me hago problema y salí a bailar con él. Yo pensando en principio que se acabara la cuestión, y en verdad lo pasé increíble. Me reí muchísimo y lo disfruté mucho. Además por ahí arregle cierto asuntillo que quería a resolver hace tiempo, porque necesitaba acercarme a esa persona. Lo necesitaba imperiosamente y fue exquisito volver a sentirme así. Aún me dura la sensación así como de anestesia, como de estar soñando. En fin, esas son cosas de voladas mías de obsesa.
Pero estuvo lindo, lindo.

Bueno este es mi Jefesor, el nuevo. Su nombre es Mauricio, es súper simpático aunque debo reconocer que cuando recién llegó no me acostumbraba a que lo fuera, lo que generó esa mala onda y lo asumo, cosa de niñita. Pero ya. Pasó y ahora todo súper bien porque él súper bacán no más.
Aunque costó pero salió, y con un plus incluido.
A ver, recuerdo que llegamos y nos arrimamos a la sombra con los chiquillos que fueron a dar una vuelta, había poca gente. Me estaba extrañando de no haber encontrado a Mauro, pero curiosa (por no decir extraña y sospechosamente) no apareció.
Había unos viejos (qué novedoso) animando el asunto, y hacían un juego así medio raro y medio fome que decían que se llamaba telellamado y consistía en que enunciaban características de una persona y si la persona se daba por aludida, debía dirigirse al escenario a buscar un premio simplemente por tener la ‘buena onda’ de participar, claro que siempre sin dejar de agarrarte para el fideo. Yo igual lo encontraba entretenido, porque decía hay que tener personalidad para llegar hasta allá, y algo especial para que entre tanta gente te llamen justamente a ti. Y yo estaba leseando con la cámara cuando de repente dicen: está con polera amarilla, (no me sentí aludida) está jugando con algo en la mano, (todavía no) anda con jeans… Y en eso todos me miraron y dijeron- Aaaah, Fernanda!... – Y comencé a caminar así como insegura y me rasqué la nariz y dijo ‘se está tocando la nariz, mide 1,85 (…)’ Y me agarro para el fideo el mimo para finalmente terminar llevándome en brazos al escenario. Je, premiada simplemente por estar ahí.
Luego todo fome, fome. Hasta que decidí ir a cambiarme para meterme a la piscina. Cuando salimos después de una escena de Club de Tobi y un supuesto salvavidas joteando nos llamaron a almorzar y ahí buscando un lugar donde sentirnos grupo.
La verdad es que es en este paseo donde uno conoce un poco a las personas. Yo me dí cuenta de muchas cosas y me da algo de tristeza pensar que estos son mis compañeros y que en verdad hay algunos a quienes he sobrevalorado. Pero bueno, luego del almuerzo estaba esa orquesta y Guillermo quiso bailar cumbias, bueno dije, no me hago problema y salí a bailar con él. Yo pensando en principio que se acabara la cuestión, y en verdad lo pasé increíble. Me reí muchísimo y lo disfruté mucho. Además por ahí arregle cierto asuntillo que quería a resolver hace tiempo, porque necesitaba acercarme a esa persona. Lo necesitaba imperiosamente y fue exquisito volver a sentirme así. Aún me dura la sensación así como de anestesia, como de estar soñando. En fin, esas son cosas de voladas mías de obsesa.
Pero estuvo lindo, lindo.
Bueno este es mi Jefesor, el nuevo. Su nombre es Mauricio, es súper simpático aunque debo reconocer que cuando recién llegó no me acostumbraba a que lo fuera, lo que generó esa mala onda y lo asumo, cosa de niñita. Pero ya. Pasó y ahora todo súper bien porque él súper bacán no más.
Es que él mueve el Fondo de Investigación, FONIDE, etc. Se ha matado trabajando el pobre. No lo conocía mucho, ni creo conocerlo perfectamente ahora, pero lo conozco más y es demasiado genial. Confieso que trabajar con personas así da gusto. Súper preocupado. Bueno, eso, sin más rodeos, el mino es bacán, tendrían que conocerlo para reirse de sus comentarios, siempre se pasa bien con él, aunque posee un humor negro un poco aterrador.
La Pao y Guillermo (y mato dos pajaros de un tiro) y no sé qué más agregar. Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Juzguen y guarden sus impresiones.
Pucha, a este señor yo lo quiero mucho. Es súper chistoso y hablamos siempre puras tonteras y siempre nos leemos y yo me había olvidado de eso. Igual fue chato porque se sentó con su súper grupito Club de Tobi-Estudios S.A.
Malo y tonto, te quiero muchito.
La Ministra.
Ay, ya la conocen, pero esta foto la saque yo. Esta ministra la lleva.
Ay, ya la conocen, pero esta foto la saque yo. Esta ministra la lleva.
En verdad la lleva.
Clark Kent. No le favorece mucho esta pose, pero igual reivindicará, como oí por ahí, él es un Latin Lover.
Él es el yunta de mi Jefe-dos.
Ya y con la Dorita cierro. Al rato sigo, de vuelta del reconocimiento de Salas, son las 17.12hrs y no me quiero perder tal magno evento.
¡La Dorita estaba tomando alcohol, la Dorita estaba tomando alcohol! La acusé y qué?
Mi querida Fernanda
las alusiones personales y que se hacen públicas (porque aunque sea tu blog, es un lugar público despues de todo), y que desde mi punto de vista son exageradas, tienen derecho a réplica.
Me parece que tu actitud en estos últimos días, en el paseo y en algunas ocasiones aca en el Ministerio, me han hecho sentir un poco de desencanto y frustación contigo. Siento que cuando leo tus notas de tu blog definitivamente eres una persona diametralmente distinta a la que eres en persona, y en especial a la persona en la que te has convertido en estos ultimos dias.
Supongo que todos tenemos nuestros dias, nuestros malos días y eso nos pone mas irascibles de lo recomendable. Pero hay que saber controlar las emociones. A veces estas nos juegas malas pasadas, lo sé, pues yo no soy quién para aconsejar en esto.
Si dije algo o hice algo que te hizo sentir mal, sorry, no fue con intención, no me di cuenta que te estuviera afectando, pero si eres capaz de entenderlo todo será más fácil.