Hay una palabra que me encanta muchísimo, además de buenísimo, profilácticos y estupefacientes (es que cuando no sabía qué significaban, me parecía que debían ser algo así como importante, y cómo no: condones y drogas)… y es CONTRATA, pero no por su significado sino por cómo suena: la contrata, contrata, contrata, contrata.
Y yo que estaba encendiéndole velitas a San Expedito y le estaba perjurando la manda de no comer más en el Mc’ Donalds, incluso estaba haciendo como una especie de oda, algo así como “Contráteme señor Ministerio, contráteme, usted ha visto todo, qué más puedo agregar. Quién más que yo conoce el SNED y podría estar doce horas corriendo, sacándome los tacos por unos cochinos afiches. Contráteme señor Ministerio, contráteme quién va a tabular esas evaluaciones, señor Ministerio, qué va a pasar con Estudios, señor Ministerio. Señor Ministerio usted es la autoridad, qué ministros ni subsecretarios, que Presidentas de la República señor Ministerio, usted es la estrella, contráteme señor Ministerio, esta plegaria es por los días de gloria que me quedan señor Ministerio con poder adquisitivo, por los días rogando por quedar en la Arcis, señor Ministerio. Es por los cinco años de guata con cara de enferma terminal, es por los meses de insomnio, que desde ya acarreo, es porque sin plata, señor Ministerio y eso usted lo sabe, me reduzco y más encima no podría ir a ver a Ricky Martín, ni hacer realidad mi idea de Navidad, señor Ministerio desde el subsuelo es que me dirijo y blah, blah, blah…” Era así como lo más tirada al suelo posible, porque por Dios que hay mujeres sabias en este Ministerio y hay una a la que yo le sigo los consejos al pie de la letra, menos el de ir a darle un beso y un agarrón al periodista para salir de la duda respecto de su tendencia sexual, y ella sugirió hacer eso con Big Buss.
Pero ni San Expedito ni la oda a Mineduc fueron necesarias, gracias a Cronos, porque imposible dejar de ir al Mc’ Donalds e imposible llorarle a Mauricio que es tan ‘dige’ él.
Hace como dos semanas atrás acá se fueron a paro las personas de ANDIME, que son los que no hacen nada parece, porque siempre pueden tirarse a paro sin problemas, si yo me fuera a paro estaría dos semanas trabajando doce horas o de madrugada hasta los fines de semana. Así que no, aparte es súper fome protestar con puros viejos que tocan un pito y gritan cosas, mientras te dan papelitos informativos de lo que ellos hacen por nosotros, así como encarándonos pero a nadie le importa, se hace lo que se debe: trabajar. El tema es que por ese maravilloso paro que terminó con dos dirigentes detenidos (que me causo mucha risa porque cuando nos mandaron el mail avisándonos, se me imaginó que los viejitos estos estaban armando escándalo como los secundarios y eso sí que me dio risa) empezaron a repartir contrata como si se fuera acabar el mundo.
Cuando la Pao me contó que le habían ofrecido la contrata, me sentí súper feliz por ella, pero infeliz por mí porque de seguro no me la darían, me contratarían pero a honorarios otra vez y eso fue lo maravilloso, que no fue así.
Mauricio pasó y dijo, necesito hablar contigo Fernanda, y yo le dije, yo también.
Y de qué querías hablar conmigo, me dijo, del próximo año. ¡Ah!, si se extiende el contrato y quería saber si te interesa la contrata…
(…) (¿La contrata? Esto no está pasando…) Sí, sí me interesa.
Fue atroz. El otro diálogo es completamente irrelevante así que, nada poh, estoy a contrata y qué ganas de celebrar que me dieron, pero como estoy media retirada y frustrada por ello, así que así no más.
Que con el insomnio tengo como ciento sesenta y ocho horas de
pensar en cosas simples que me sacaron una sonrisa, como esto y como mi Ilustrado (que saben que es mi punto de la í, ¿verdad?).
Y yo que estaba encendiéndole velitas a San Expedito y le estaba perjurando la manda de no comer más en el Mc’ Donalds, incluso estaba haciendo como una especie de oda, algo así como “Contráteme señor Ministerio, contráteme, usted ha visto todo, qué más puedo agregar. Quién más que yo conoce el SNED y podría estar doce horas corriendo, sacándome los tacos por unos cochinos afiches. Contráteme señor Ministerio, contráteme quién va a tabular esas evaluaciones, señor Ministerio, qué va a pasar con Estudios, señor Ministerio. Señor Ministerio usted es la autoridad, qué ministros ni subsecretarios, que Presidentas de la República señor Ministerio, usted es la estrella, contráteme señor Ministerio, esta plegaria es por los días de gloria que me quedan señor Ministerio con poder adquisitivo, por los días rogando por quedar en la Arcis, señor Ministerio. Es por los cinco años de guata con cara de enferma terminal, es por los meses de insomnio, que desde ya acarreo, es porque sin plata, señor Ministerio y eso usted lo sabe, me reduzco y más encima no podría ir a ver a Ricky Martín, ni hacer realidad mi idea de Navidad, señor Ministerio desde el subsuelo es que me dirijo y blah, blah, blah…” Era así como lo más tirada al suelo posible, porque por Dios que hay mujeres sabias en este Ministerio y hay una a la que yo le sigo los consejos al pie de la letra, menos el de ir a darle un beso y un agarrón al periodista para salir de la duda respecto de su tendencia sexual, y ella sugirió hacer eso con Big Buss.
Pero ni San Expedito ni la oda a Mineduc fueron necesarias, gracias a Cronos, porque imposible dejar de ir al Mc’ Donalds e imposible llorarle a Mauricio que es tan ‘dige’ él.
Hace como dos semanas atrás acá se fueron a paro las personas de ANDIME, que son los que no hacen nada parece, porque siempre pueden tirarse a paro sin problemas, si yo me fuera a paro estaría dos semanas trabajando doce horas o de madrugada hasta los fines de semana. Así que no, aparte es súper fome protestar con puros viejos que tocan un pito y gritan cosas, mientras te dan papelitos informativos de lo que ellos hacen por nosotros, así como encarándonos pero a nadie le importa, se hace lo que se debe: trabajar. El tema es que por ese maravilloso paro que terminó con dos dirigentes detenidos (que me causo mucha risa porque cuando nos mandaron el mail avisándonos, se me imaginó que los viejitos estos estaban armando escándalo como los secundarios y eso sí que me dio risa) empezaron a repartir contrata como si se fuera acabar el mundo.
Cuando la Pao me contó que le habían ofrecido la contrata, me sentí súper feliz por ella, pero infeliz por mí porque de seguro no me la darían, me contratarían pero a honorarios otra vez y eso fue lo maravilloso, que no fue así.
Mauricio pasó y dijo, necesito hablar contigo Fernanda, y yo le dije, yo también.
Y de qué querías hablar conmigo, me dijo, del próximo año. ¡Ah!, si se extiende el contrato y quería saber si te interesa la contrata…
(…) (¿La contrata? Esto no está pasando…) Sí, sí me interesa.
Fue atroz. El otro diálogo es completamente irrelevante así que, nada poh, estoy a contrata y qué ganas de celebrar que me dieron, pero como estoy media retirada y frustrada por ello, así que así no más.

pensar en cosas simples que me sacaron una sonrisa, como esto y como mi Ilustrado (que saben que es mi punto de la í, ¿verdad?).
Felicitaciones por la contrata, tanto sufrir, al final te dieron lo que ansiabas...
Eso si, discrepo con lo del McDonalds, hace más de 4 años que sólo compro helados ahi, cada quien con sus gustos,jajaja..
Te cuento que mi papá se encuentra muy bien ahora, le costó, pero su recuperación fue de un tono casi milagroso.
Me reí mucho con los títulos de tus entradas y la clasificación de estas. Bien.
No entiendo, y perdonen mi " falta de ignorancia"(jajaja) lo de gecko and the fly.Caso aparte.
Saludos.
Ayer mismito, de vuelta del taller, me pasé por el mall y tuve una batalla interna porque sabía que NO.DEBO.COMER.MCDONALDS pero el hambre era atroz. Resistí la tentación. Y en mi casa me comí un sandwich con queso gigante, aunque queso normal y no de ese radiactivo naranjo.
Y los helados del McDonalds son lo mejor... realmente lo son... adictivos, quizá qué les echan...
Oye felicidades pues! Y yo que sigo... haciendo nada y deprimiéndome haciendo ejercicios peseú en las páginas de educarchile y tal.
Aparécete que hace tiempo que no sé de ti. Un beso.